Al momento de la declaración de Contardi, Prandi admitió no haberlo escuchado por falta de interés. "Para declarar estuve en la sala contigua, y después para todos los testigos a través de un biombo", agregó.

Respecto a las sensaciones vividas en el primer día de juicio, dijo sentirse "aliviada" tras brindar declaraciones y haber "llorado" en los días previos. "Estoy demacrada, no puedo más, no comimos en todo el día. Me encantaría creer que esto va a agilizar la justicia, que escuchen mucho más a las mujeres en las comisarías, se tardaron cinco años para que se eleve a juicio", le envió un mensaje a las autoridades judiciales.

Sin embargo, pese al tiempo esperado para que la denuncia sea llevada a juicio, dijo que se trató de "una lucha de persistir y persistir, para encontrar justicia".

Y agregó: "es duro volver a declarar y hacer pericias cuando del otro lado no se exponen a nada. Tuve algunos exabruptos, se me escaparon algunas cosas, es mucho el dolor vivido. Le dije: 'Para vos que estas escuchando del otro lado'".

Consultada sobre cuál sería la condena ejemplar para su ex marido, negó la idea de pedir dinero a cambio. "Me robaron años de vida, fue violencia de todo tipo, sexual, verbal, emocional, económica, psicológica", amplió.

Y hasta se animó a pedir los años de condena para Contardi: "Tengo el privilegio de estar acá y contarlo, porque la mayoría termina muerta. La pena máxima es de 50 años, con 20 o 30 me quedo contenta, vamos a ver qué dice el tribunal".

Por último, se mostró visiblemente emocionada al "despedir a la vieja Julieta Prandi", asegurando que "la nueva Julieta ya existe, rodeada de mis hijos, familia, mi amor, me reencontré con mis padres, con mi hermana".

Y hasta dejó un mensaje de aliento para quienes sufren de violencia física y psicológica: "Que las mujeres no bajen los brazos, pidan ayuda, yo no pedí ayuda, me fui, estuvo a esto de bajar los brazos, no me quería despertar más. Es muy difícil que una víctima de violencia pida ayuda”.

Detalles de la denuncia

La modelo denunció a su ex marido por abuso sexual con acceso carnal agravado, violencia de género (tanto física, psicológica y simbólica) y daño grave a su salud mental, en una causa que abarca hechos ocurridos entre julio de 2015 y marzo de 2018, durante su convivencia en la localidad bonaerense de Escobar.

              

Según consta el expediente de la causa, Contardi habría abusado sexualmente de Prandi al menos 144 veces, ejerciendo violencia física sobre ella, tomándola del cuello o cabello, y psicológica, asegurando que era su "obligación" como esposa tener relaciones sexuales pese a que ella se negaba.

Prandi denunció que su ex pareja la aisló de su círculo social, llegando a modificar su número de celular, le cortaba el internet, manejaba su dinero, hasta llegó a estafarla con un departamento que terminó a nombre del hijo mayor de Contardi.

"Nunca abusé de ella sin su consentimiento", declaró el acusado durante el juicio. Y agregó: "Yo estaba enamorado de Julieta, me casé enamorado, tuve dos hijos enamorado, los hijos son queridos por las dos partes".