En la era digital, los avances tecnológicos han marcado un antes y un después en nuestra calidad de vida y han transformado profundamente la forma en que cuidamos nuestra salud. Con el desarrollo de nuevas energías y la aplicación de tecnologías emergentes, la humanidad avanza hacia un futuro más eficiente y sostenible.

La integración de inteligencia artificial y sistemas de monitoreo remoto permite una atención médica más precisa, mejorando la calidad de vida en todos los aspectos. Las innovaciones no solo mejoran la eficiencia de los tratamientos, sino que también abren puertas a una atención más personalizada y segura.

La colaboración entre investigadores, profesionales de la salud y la industria será fundamental para seguir impulsando estos avances. La creación de un ecosistema que fomente la innovación, la investigación y el desarrollo no solo permitirá la aparición de soluciones más efectivas, sino que también asegurará que el acceso a estas tecnologías sea equitativo para todos.

La telemedicina como aliada del bienestar

El avance tecnológico ha tenido un impacto enorme en la mejora del bienestar y la calidad de vida. No solo se trata de la capacidad de asistir a pacientes a distancia, sino también del desarrollo de nuevas herramientas que permiten un mejor diagnóstico y seguimiento de enfermedades crónicas. La telemedicina ha cobrado un protagonismo destacado en los últimos años, especialmente durante la pandemia de COVID-19. Esta herramienta ha permitido llevar la atención médica a lugares donde antes no llegaba, eliminando barreras geográficas y facilitando el acceso a profesionales de la salud desde la comodidad del hogar.

La conexión entre pacientes y profesionales a través de medios digitales ha mejorado significativamente la calidad de vida de quienes tienen dificultades para desplazarse a un centro de salud. Esto incluye a adultos mayores, personas con movilidad reducida y aquellos que viven en áreas remotas. El acceso a la telemedicina puede reducir la ansiedad y el estrés relacionados con la espera para obtener un turno o trasladarse al hospital, proporcionando un entorno más seguro y conveniente para todos.

Así se facilita:

• Diagnóstico remoto. La telemedicina facilita el diagnóstico temprano de enfermedades, evitando complicaciones.


• Monitoreo constante. Los pacientes pueden ser monitoreados en tiempo real, sin importar su ubicación.


• Atención personalizada. La tecnología permite un enfoque más preciso en el tratamiento, según las necesidades de cada persona.

Inteligencia artificial: la herramienta del presente

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una de las herramientas más valiosas para la salud y el bienestar. Gracias a sus capacidades para procesar grandes volúmenes de datos en tiempo récord, la IA ha facilitado diagnósticos más precisos y ha mejorado la detección temprana de enfermedades. Por ejemplo, algoritmos especializados pueden analizar imágenes médicas con una precisión similar, e incluso superior, a la de los profesionales de la salud, ayudando a identificar problemas antes de que se agraven.

Además, la IA permite personalizar tratamientos. Los sistemas basados en aprendizaje automático pueden analizar el historial clínico de cada paciente para recomendar terapias más efectivas. Un ejemplo de esto son las plataformas que usan algoritmos para predecir cómo responderán ciertos pacientes a tratamientos específicos, brindando una asistencia médica ajustada a sus necesidades particulares.

La IA también está desempeñando un papel importante en la investigación médica, ayudando a desarrollar nuevos medicamentos y tratamientos. La capacidad de analizar millones de compuestos químicos y sus efectos potenciales en el cuerpo humano ha acelerado el proceso de descubrimiento de fármacos, contribuyendo a la mejora continua de la atención sanitaria.

Nuevas energías y sostenibilidad en la salud

El uso de energías renovables no solo ha tenido un impacto positivo en la reducción de emisiones contaminantes, sino que también ha sido fundamental para garantizar un suministro de energía estable y sostenible en los centros de salud. La implementación de paneles solares y otras fuentes de energía limpia ha permitido que hospitales y clínicas sean menos dependientes de combustibles fósiles, aumentando así la capacidad de respuesta ante crisis energéticas.

En muchas regiones, especialmente en áreas rurales, la disponibilidad de energías renovables ha marcado la diferencia entre la vida y la muerte. La posibilidad de mantener el funcionamiento de equipos médicos esenciales, como ventiladores y monitores cardíacos, gracias a la energía solar o eólica, ha sido clave para salvar vidas en situaciones de emergencia.

Además, la transición hacia energías limpias contribuye al bienestar de la población en general al reducir los efectos negativos del cambio climático en la salud. Menos contaminación significa menos enfermedades respiratorias y una mejor calidad de vida, particularmente en ciudades donde el aire contaminado representa un riesgo constante para los habitantes.

Un evento con investigadores y desarrolladores tecnológicos

Se llevó a cabo en el Centro Cultural de la Ciencia (C3) el primer Congreso de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Defensa Nacional (CTID 2024), el 2 y 3 de octubre pasado, organizado por el ministerio de Defensa, con la colaboración de la Facultad de Ingeniería del Ejército (FIE), el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Jefatura de Gabinete de Ministros. La coordinación general estuvo a cargo de la Secretaría de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa.

Desarrollado a través de diferentes paneles temáticos, el evento contó con la participación de investigadores y desarrolladores tecnológicos que entre otros temas expusieron sobre la aplicación de la inteligencia artificial en áreas como defensa, prospectiva tecnológica incluyendo la creciente utilización de telemedicina, nuevos sistemas no tripulados, transición energética hacia fuentes renovables y simuladores para entrenamiento.

Además, se desarrollaron paneles institucionales, en los que expusieron sobre sus proyectos de investigación y desarrollo los organismos científicos y tecnológicos de la defensa (CITEDEF, IGN, SHN, SMN), las direcciones de Investigación y Desarrollo de las FFAA y la dirección de Innovación Tecnológica del Estado Mayor Conjunto, la facultad de Ingeniería del Ejército Argentino, y los directores de los proyectos PIDDEF en curso, un programa de fomento de la investigación y el desarrollo que auspicia el ministerio de Defensa.

Entre las múltiples temáticas abordadas, los avances y cuestiones relacionadas con la inteligencia artificial tuvieron un tratamiento destacado. Desde su creciente utilización en materia de geodesia o vigilancia marítima y aérea, hasta el marco legal y ético en el que se desenvuelve, y la necesidad de que se mantenga bajo control humano, especialmente en el caso de su aplicación en escenarios bélicos. También despertaron mucho interés los proyectos en desarrollo vinculados a la obtención de biohidrógeno como fuente de energía alternativa. Finalmente, en materia de telemedicina se habló de su papel crucial en la atención sanitaria de heridos, permitiendo el monitoreo en tiempo real de su estado. Esto facilita decisiones rápidas y efectivas, ya que los datos como oximetría, presión arterial y ecografías se pueden transmitir a un puesto médico.

Este Congreso surgió a principios del presente año de una iniciativa del entonces secretario Dr. Raúl Marino, con el propósito de generar un espacio institucional para la difusión de las capacidades de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación tanto por parte de los organismos, institutos y dependencias de la jurisdicción Defensa, como de investigadores de universidades y centros de estudio públicos y privados dedicados a la temática. Asimismo, se buscó el intercambio y la articulación entre los participantes, con vistas a potenciar su colaboración.