Pero el chico, como si tuviera un radar innato para orientarse en todo tipo de posiciones, sale airoso una y otra veces de las muchas trampas que el ajedrez propone a sus cultores. En vísperas de la última rueda, las posiciones son lideradas por Sandro Mareco con 7½ puntos, seguido por Fernando Peralta, que acumula 7, y en el tercer lugar está Oro, con 6½. En la última fecha, que tendrá lugar este viernes, Mareco se enfrentará conduciendo las piezas negras con Pablo Acosta y –atención– Oro se medirá, también a cargo de las negras, con Peralta.
Es cierto que el andarivel que conduce a un triunfo final de Faustino requiere de una serie de carambolas. Pero que haya llegado a la jornada final con la posibilidad de ser campeón es increíble. Para que ello ocurra, Faustino debe ganarle con negras a Peralta; es muy difícil porque este último, que es el actual campeón, viene invicto y posee fama de invulnerable cuando conduce las piezas blancas. Pero este chico es capaz de todo. Además, tiene que darse que Acosta, que no viene teniendo un buen desempeño en el torneo, venza a Mareco, que también está invicto. Llegada esa situación, habría un empate en el primer puesto entre Mareco y Oro y se definiría al campeón con un desempate de partidas rápidas, en las que Mareco todavía sería el favorito, pero el chico vendría embaladísimo. Salga como salga al final de este carrusel, a Faustino se puede considerarlo ahora mismo, con 11 años, parte de la élite del ajedrez argentino.
La partida del jueves fue como otras. Spata, normalmente un sólido jugador posicional, se vio desbordado por el magnetismo de Oro. En una posición pareja, el platense cometió primero un error posicional, 18... f5, y luego hizo un sacrificio especulativo de pieza pensando que el niño podía complicarse: 19... Cxf2. Faustino ni se despeinó. Refutó el sacrificio en pocas jugadas y remató como un campeón a partir de 32. Df4!
En la posición final de la partida, que se ve en el diagrama, las blancas amenazan con el caballo a la dama negra, que debe retirarse defendiendo a la torre para no perderla. Pero resulta que no hay ninguna retirada satisfactoria. Si, por ejemplo, 34... Df6, seguiría 35. Ch6+!, jugada mágica, porque si 35... Dxh6, sigue mate de dama en f8. Si el caballo es tomado con el peón, la dama negra queda indefensa. Y si mueve el rey, por ejemplo, 35... Rh8, entonces 36. Dxe5! es deletérea. Si en lugar de 34... Df6, se prueba 34... Db8, y el remate es con 35. Ce7+!
FUENTE: LA NACION.