Jueves 26 de Diciembre de 2024 |
06/12/2024 - POLITICA
Con aval de Brasil y Uruguay, la Unión Europea presionará para firmar el acuerdo con el Mercosur: la postura de Argentina Úrsula von del Leyen, presidenta de la Comisión Europea, llegó hoy a Montevideo para participar en la Cumbre de Líderes del bloque regional. Milei confrontará con Lula y propondrá una flexibilización para hacer tratados comerciales. Úrsula von der Leyen abordó un avión en Bruselas con destino a Montevideo. La presidenta de la Comisión Europea, el órgano soberano de la Unión Europea, aterrizó esta mañana en la capital de Uruguay y se encargó de oficializar desde su cuenta oficial de X que viajó con el objetivo de cerrar las negociaciones del Acuerdo con el Mercosur. Su visita resultó intempestiva, porque no había confirmación de las partes sobre si los europeos estarían presentes en la Cumbre de Líderes del bloque regional. La representante de la UE buscará anunciar mañana el cierre de las conversaciones con los presidentes sudamericanos para avanzar luego con la firma del tratado de libre comercio. Según se supo, von der Leyen tuvo una comunicación con el Planalto y con Montevideo para anticiparles su presencia en la cumbre del Mercosur. Su presencia le da otro cariz a la reunión que se hará mañana en la capital uruguaya. Se trata del encuentro previsto para el traspaso de la Presidencia Pro Témpore de Uruguay a la Argentina. Javier Milei viajará mañana para asumir esa responsabilidad y desplegar su perspectiva sobre el bloque regional y formalizar su propuesta para flexibilizar el criterio de negociación de tratados de libre comercio con otros países, sin el consenso de los miembros del bloque. Ese planteo de Milei generará roces con Lula Da Silva, que buscará diferenciarse del jefe de Estado argentino. En el medio, los líderes del Mercosur deberán discutir la letra fina del Acuerdo con la Unión Europea, para intentar unificar criterios. Si se acercan posiciones sobre los últimos puntos con matices, los presidentes y von der Leyen anunciarán mañana el final de la negociación de la parte comercial del pacto. Sin embargo, aún no hay definiciones. En Argentina manejan con cautela la situación. El canciller Gerardo Werthein sigue de cerca las conversaciones con los europeos y organiza detalles finales del viaje de Milei, que llegará mañana a Montevideo. Mientras tanto, Luis Caputo, ministro de Economía de la Nación, ya está en Uruguay participando de las reuniones técnicas que se llevan adelante desde hoy. Caputo celebró ayer la designación de Juan Pazo como Secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería. El funcionario, de su cercanía, dejó la Secretaría de Coordinación de Producción del Palacio de Hacienda para asumir la función que desempeñaba Marcelo Cima hasta la salida de Diana Mondino como canciller. El área de paso, a cargo del comercio exterior, es la que se encarga de las negociaciones del Acuerdo con la Unión Europea y el Mercosur. Asume en un momento clave, donde las conversaciones del bloque regional y los europeos se aceleraron. Este mediodía, Luis Lacalle Pou, presidente anfitrión de la Cumbre del Mercosur, recibió a la presidenta de la Comisión Europea. Von der Leyen estuvo acompañada por Maroš Šefčovič, el esloveno que se desempeña como Comisario de Comercio y Seguridad Económica de ese organismo de la UE, lo cual exhibe la relevancia que le asignan los europeos a las negociaciones con el Mercosur que se darán en Uruguay. Mientras tanto, Milei llegará a Uruguay para hacer saber su malestar con el funcionamiento del Mercosur. Si bien no retirará a Argentina del bloque, impulsará una jugada geopolítica que llevará al extremo la tensión diplomática con Lula. Ambos volverán a verse cara a cara luego del G20 de Río de Janeiro. Es una iniciativa que desafía la influencia de Lula en el Mercosur. Milei piensa junto a Werthein en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Se apoya en su sintonía personal con Donald Trump, presidente electo. La relación con América Latina no es una prioridad en la agenda en el exterior del republicano, pero hará gestos para impulsar a aliados regionales con la idea de frenar el avance de China en el “sur global”. En Brasilia deslizaron que ese esquema es “contradictorio” con el concepto de unión aduanera que supone el bloque sudamericano. El boceto sobre el que trabaja la Cancillería promoverá eliminar regulaciones y barreras proteccionistas frente a las importaciones, estimular las exportaciones, mejorar los flujos comerciales intrazona, generar una plataforma más dinámica para el esquema de integración regional y realizar una reforma de la estructura institucional que agilice la forma de negociación con el resto de los países y bloques. Mientras tanto, el Planalto se volvió un ferviente impulsor del Acuerdo con la Unión Europea y pretende anunciar mañana el cierre de las negociaciones. Milei no piensa boicotear ese tratado, pero su propuesta de flexibilización del Mercosur puede generar una especie de parálisis del bloque. Lula no permitirá que el libertario se lleve el protagonismo en Montevideo y ejecuta su muñeca diplomática y su peso político para persuadir al resto de los Estados miembros para que disuadan la ponencia del Jefe de Estado argentino. Las negociaciones con la Unión EuropeaLa semana pasada terminó una nueva ronda presencial de negociaciones. Se llevaron a cabo en Itamaraty, sede de la Cancillería brasilera, en Brasilia. Hubo un representante por cada país del Mercosur y Rupert Schlegelmilch, jefe negociador de la Unión Europea. Según se supo, hubo avances, se acercaron posiciones sobre cinco puntos y quedaron dos aspectos pendientes, sin consenso. Se espera que los líderes del bloque sudamericano definan los detalles finales este viernes en Montevideo para, de haber unanimidad, anunciar la firma del tratado. El acuerdo busca abrir mercados, reducir aranceles y barreras comerciales, dinamizar las exportaciones entre ambas regiones y profundizar el intercambio comercial. Crearía una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo, con cerca de 800 millones de habitantes y alrededor del 20% del PIB global. Además, el tratado con la Unión Europea consolidaría la postergada integración del Mercosur. |
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