El traje utiliza una técnica de patrones para camuflarse con el entorno que “engaña” a las cámaras durante el día y a la noche produce señales de calor que confunden a detectores infrarro. “Tradicionalmente, los investigadores utilizaban imágenes brillantes para interferir con la visión artificial y funcionaba... pero destaca a los ojos humanos, lo que hace que el usuario sea aún más visible”, explicó el desarrollador, Wei Hui.
“Utilizamos algoritmos para diseñar los patrones menos llamativos que pueden desactivar la visión por computadora”.
Para fines militares, la “capa de invisibilidad” tiene una enorme importancia. Si la tecnología del abrigo se usara en uniformes, los soldados, en teoría, podrían evitar la detección por drones o unidades controladas por IA, cambiando el campo de batalla moderno.