Según publicó Washington Post, los hackers forman parte del grupo Salt Typhoon, vinculado al gobierno chino, y lograron recolectar audios de varias llamadas como parte de una amplia operación de espionaje que comenzó hace meses. Además, pudieron acceder a comunicaciones no cifradas, incluidos mensajes de texto.
En principio, los atacantes se centraron en los registros de llamadas y apps de chat como iMessage y WhatsApp y se cree que las comunicaciones cifradas de extremo a extremo, como las realizadas en la plataforma Signal, no fueron comprometidas,
La magnitud de la brecha de seguridad despierta serias inquietudes sobre la vulnerabilidad de estos sistemas de comunicaciones de Estados Unidos. El FBI ya inició una investigación para determinar el alcance total de esta operación y cuánta información pudieron recolectar los hackers.
Por su parte, la Casa Blanca tomó rápidas al establecer un equipo multigubernamental para asegurar que todas las agencias relevantes estén al tanto de este incidente. Además, se activó una Junta de Revisión de Seguridad Cibernética para investigar las fallas que permitieron estas intrusiones.
A quién afectó el hackeo a las comunicaciones
El espionaje de este grupo chino apuntó a las campañas de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos. El FBI alertó a los equipos de Trump-Vance y se supo que el líder del Senado Charles E. Schumer y otros miembros del Partido Demócrata, incluidos integrantes de la campaña de Kamala Harris también fueron afectados.
Que los objetivos del espionaje descubierto haya sido bipartidista refleja una estrategia más amplia por parte del grupo de ciberdelincuentes estatales chinos para obtener información sensible sobre figuras clave en el gobierno estadounidense.