A los 50’, Jordi Alba volvió a encontrar a Allende con un centro preciso y el delantero fue con decisión a buscar su tercer gol, aunque esta vez no pudo convertir. A partir de allí, New York City empezó a crecer y a aprovechar los espacios que dejaba un Inter Miami visiblemente cansado. La visita tuvo su chance más clara a los 66’, cuando Rocco Ríos Novo respondió con una atajada fenomenal ante Julián Fernández. Pero cuando el partido pedía una genialidad, apareció Lionel Messi: el capitán recibió de espaldas en el área, atrajo marcas y asistió a Mateo Silvetti, que definió para el 3-1.


Con la ventaja, el equipo de Mascherano recuperó el control del juego. Aunque New York City manejó la pelota en varios pasajes, no logró generar peligro real. En una transición rápida, Messi abrió para Segovia, quien jugó con Jordi Alba; el español metió un taco exquisito y el delantero venezolano definió para el 4-1. Y cuando parecía que la historia estaba escrita, Tadeo Allende apareció otra vez para sellar el 5-1 definitivo y coronar una noche inolvidable.