Rublev, uno de los jugadores que mayor poder ostenta en sus impactos, le planteó un partido intenso y sin respiro al mayor de los hermanos Cerúndolo. El primer set, con varios quiebres, fue de alto voltaje. Lo mismo ocurrió en el segundo. El argentino finalizó con ocho aces, cuatro dobles faltas, un 55% de primeros servicios, un 67% de puntos ganados con el primer saque y un 44% con el segundo. Francisco, acompañado en París por el entrenador Nicolás Pastor, le creó 16 break points al moscovita y concretó cuatro. Rublev también le rompió el saque al argentino cuatro veces.

Siempre sanguíneo y al límite del ataque de nervios, Rublev expulsó su enojo golpeándose la rodilla varias veces con el encordado de la raqueta (se provocó un corte). Además, en un momento de descanso, estrelló la botella de agua contra el piso. Acciones que fueron seguidas de cerca -y con bastante paciencia- por el experimentado juez de silla francés Renaud Lichtenstein.