Mediante el reconocimiento de gestos de la mano, la pulsera puede controlar lo que ocurre en la pantalla: mover el cursor, abrir programas o enviar mensajes, por mencionar algunos ejemplos. Según explicaron los investigadores de Meta, este hardware usa una técnica llamada electromiografía de superficie (sEMG, por sus siglas en inglés) que detecta señales eléctricas generadas por la actividad muscular para interpretar los movimientos.
En este sentido, la función que ofrece el dispositivo —que, como vemos en las imágenes, se coloca en la muñeca— es especialmente útil para personas con determinadas discapacidades motoras, tal como observa la publicación TechCrunch, planteando un enfoque no invasivo. Meta colabora con investigadores de la Universidad Carnegie Mellon para probar la pulsera con personas que tienen lesiones de médula espinal. En este punto, siguiendo el comentario de los especialistas, incluso pacientes con parálisis total de las manos presentan cierta actividad muscular, por lo que, también podrían emplear este dispositivo.

Los avances del laboratorio de Meta fueron publicados recientemente en la revista Nature.
















