El referente de la Unión de Guardavidas de Gesell describe el descontento: “Alrededor de 45 compañeros y compañeras que no fueron llamados a ocupar su puesto de trabajo lo que provocó unas alarmas intensas. Primero porque vulnera la seguridad, además a ello se le suma que las casillas de guardavidas tienen faltantes de todo tipo, lo que agrega un poco más al déficit de seguridad. A muchos les avisaron un día antes, por un whatsapp diciéndoles que tenían que bajar a la playa. Lo más extraño de esto es que había elementos de seguridad que no fueron entregados, efectos que el año pasado estaban en perfecto estado y que es como que hubieran desaparecido”.

Rossberg asegura que algunos compañeros se encontraron con algunas casillas con gente en su interior, con todo tipo de roedores que ingresaron. O sea que no hubo un reacondicionamiento para tener un buen inicio de temporada. En realidad no parece haber por parte de la comuna un real interés por solucionar el conflicto.

“Esto comienza con una improvisación inédita, con un incumplimiento sistemático de muchos años de la Ley de Guardavidas que fue promulgada en 2015 y que se adecuó medianamente”, amplió.

Según Rossberg, desde Provincia aseguran desentenderse de la inseguridad y hacen responsables al municipio geselino.