Es en este clima que el radicalismo aparece con el potencial de una estructura y antecedentes, pero el tema es una cuestión numérica y sobre eso hay que trabajar y manejarse.

“Nosotros como radicales tenemos que armar una lista, más allá de que a nivel provincial los planetas se alineen y sigamos con el Pro y LLA y los candidatos del radicalismo van a ser de esa lista. Pero si me preguntan a mí, yo no coincido en nada con LLA y me costaría muchísimo estar con esa lista y es muy probable de que y si llegara a ocurrir eso yo no estaría en la lista. Por una cuestión de convicción y de que no coincido en nada”, marca su posición Figueroa.

Fiel a sus convicciones valora la tendencia a partir de que tiene una estructura, al menos no necesita de un recurso humano externo para controlar una elección, mientras que los partidos opositores tienen que pagar. Otra fortaleza es que el partido es orgánico, una cualidad que no siempre tienen las coaliciones.

Figueroa no esgrime críticas y valora los números inflacionarios, pero consciente con la realidad que la circunda se pregunta…” ¿a costa de qué? “. Figueroa tiene sus convicciones, a raíz de ello ha tenido algún distanciamiento esporádico con el intendente Yeza. Conoce al presidente de la UCR local sabe que es cauto y que está a la espera de una oportunidad conveniente “tal vez está esperando una negociación”.

Conocedora de la realidad de todo el distrito, se muestra preocupada por el momento que vive la localidad más antigua del distrito, por ese motivo en algún diálogo reciente le ha manifestado al intendente Ibarguren que “Estamos descuidando Ostende”.