Los policías de la DDI de Morón tenían el dato. Un llamado anónimo en busca de los $2.000.000 de recompensa los alertaba: Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza (35), prófugo por el homicidio de Gabriel Esteban Izzo durante una entradera en su casa de San Antonio de Padua ocurrida en junio de 2023, iba a ir al cumpleaños de la hija de su cuñado en una quinta de General Rodríguez. El despliegue fue mayúsculo, pero no lo encontraron allí.

Sí, vieron con el drone cómo alguien se escapaba de ese domicilio en cuatriciclo sospechosamente. Cuando lo capturaron no se sintieron con las manos vacías: era el “Enano”, un narco al que la Justicia buscaba desde 2018.

Fuentes del caso contaron que el detenido es Alan Leonel Lugo, alias “Enano”, y que tenía pedido de captura desde el 15 de mayo de 2018, a solicitud del Juzgado de Garantías N°4 de Morón, por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Lugo no es un desconocido de la Justicia en la zona de Moreno y Morón: tiene antecedentes por robo, resistencia a la autoridad y siete ingresos a comisaría por drogas de 2010 al 2021.

                                                  Buscado por un crimen desde junio de 2023

La caída del “Enano” fue pura casualidad. El dron de los policías de la DDI de Morón que irrumpieron en la quinta de General Rodríguez en busca de un prófugo por un crimen captó el momento exacto en el que el sospechoso huía a bordo de un cuatriciclo Yamaha modelo Banshee: poseía la numeración del motor y el cuadro suprimidos.

La causa por la que se dio tremendo despliegue de policías comenzó la madrugada del 9 de junio de 2023 en San Antonio de Padua. Gabriel Esteban Izzo y su esposa, Silvana Petinari, dormían en su casa cuando fueron sorprendidos por cuatro delincuentes armados. El hombre logró reaccionar y disparar con su arma, pero lo mataron a tiros, mientras que su esposa fue herida de gravedad.

                                                                    Lugo, alias 'Enano'

El crimen es investigado por la fiscal Marisa Teresa Monti, de la UFI Nº5 del Departamento Judicial de Morón, quien calificó el caso como robo agravado y homicidio criminis causa. Es decir, matar para ocultar otro delito.

Las primeras investigaciones llevaron a la detención de tres de los atacantes, pero Fernández Galarza logró escapar y desde entonces estaba prófugo.

21 meses después, una llamada anónima al sistema de recompensas de la provincia proporcionó un dato clave: el delincuente buscado asistiría a una fiesta de cumpleaños en una casa de José Mármol al 400, en la ciudad de General Rodríguez.

                                                    El cuatriciclo con el que intentó escapar Lugo

La pista también mencionaba otra finca en la misma cuadra. Con esta información, la UFI N°5 y el Juzgado de Garantías N°2 de Morón autorizaron dos órdenes de allanamiento simultáneo.

El operativo se planificó al detalle: personal encubierto vigilaba las propiedades, mientras los expertos de la Superintendencia de Comunicaciones manejaban drones para monitorear la zona desde el aire.

En medio del procedimiento de ingreso a los objetivos, el piloto del drone avisó: “¡Lo tenemos en el radar! ¡Está escapando en un cuatriciclo!“. Era el “Enano”, quien al advertir la presencia policial, intentó escapar a toda velocidad, pero el dron siguió cada uno de sus movimientos.

            La pareja fue sorprendida en su domicilio de San Antonio de Padua de madrugada. Izzo fue asesinado

La persecución fue breve: un equipo de la DDI y el Grupo de Prevención Motorizado (GPM) logró cercarlo y reducirlo.

Cuando lo registraron, confirmaron su identidad y comprobaron que el cuatriciclo tenía el número de motor y cuadro suprimidos. Lugo tenía una orden de captura activa desde el 15 de mayo de 2018 por infracción a la Ley 23.737 (tráfico de estupefacientes con fines de comercialización).

“Sabíamos que estaba en la zona, pero no imaginábamos que lo encontraríamos así, en medio de una búsqueda por un homicidio”, se sinceró un investigador.

                                        La casa de San Antonio de Padua donde ocurrió el crimen de Izzo

Fernández Galarza, en cambio, logró evadir el cerco policial. Según la información recabada, había estado en el domicilio allanado dos días antes, y había prometido asistir al evento de cumpleaños de la hija de su cuñado. La investigación sigue abierta y se están llevando a cabo nuevas diligencias para dar con su paradero.