Muchas veces buscamos realizar actividades que nos produzcan placer y beneficios y ahora un nuevo estudio descubrió que viajar además de favorecer la salud mental y física, desde reducir los niveles de estrés hasta mejorar el bienestar general, podría ayudarnos a mantenernos jóvenes.
La investigación publicada en el Journal of Travel Research señala que algunos aspectos clave de viajar, como el contacto con nuevas personas, la mejora del sueño y las experiencias novedosas, podrían reducir el riesgo de envejecimiento prematuro.
Fangli Hu, el principal autor de la investigación y candidato a doctorado en la Universidad Edith Cowan, expresa que el equipo está entusiasmado por explorar cómo el turismo podría tener un impacto real en la vida de las personas, especialmente en lo que se refiere a la salud y la longevidad.
Por qué viajar nos mantiene jóvenes
La investigación se basa en la teoría de la entropía, que sugiere que el desorden y el desgaste son inevitables en todo sistema vivo. Sin embargo, los investigadores encontraron que romper con la rutina habitual y experimentar cosas nuevas a través del viaje puede reducir los niveles de estrés y acelerar el metabolismo, lo que a su vez refuerza el sistema inmunológico.
Además, el estudio sugiere que viajar podría influir en las hormonas responsables de la reparación y regeneración de tejidos, ayudando a reducir los signos de envejecimiento. En otras palabras, explorar el mundo no solo enriquece nuestras vidas a nivel emocional, sino que podría tener efectos tangibles sobre nuestra salud física.
Si bien el estudio no comparó directamente los signos de envejecimiento entre quienes viajan y quienes no lo hacen, la teoría es prometedora. La psicóloga Shannel Kassis Elhelou, especializada en geropsicología y neuropsicología en el Instituto de Neurociencia del Pacífico en Santa Mónica, California, señala que los hallazgos se alinean con lo que ya se conoce como los pilares de la salud cerebral: sueño, nutrición, manejo del estrés, ejercicio, socialización y estimulación cognitiva.
Viajar incorpora de forma natural muchos de estos elementos. Las nuevas experiencias, las interacciones sociales al conocer otras culturas y la actividad física asociada con el turismo son factores esenciales para mantener tanto la salud cognitiva como la mental. Además, promueven un sentido de felicidad y propósito que contribuye a la longevidad.
¿Existe o no una forma ideal de viajar para vivir más?
Aunque los investigadores aún no pueden asegurar que viajar ralentice el envejecimiento de manera definitiva, Fangli Hu afirma que, no hay una única forma “correcta” de viajar. Las necesidades y circunstancias individuales son determinantes. Para algunos, unas vacaciones anuales son suficientes para obtener beneficios, mientras que otros pueden encontrar más beneficios en viajes frecuentes o escapadas cortas regulares.
No es necesario ir al otro lado del mundo para disfrutar de los efectos rejuvenecedores del turismo; una escapada de fin de semana a un destino cercano también puede marcar la diferencia. Y aunque la conexión entre viajar y la longevidad aún está en sus primeras etapas de investigación, no cabe duda de que explorar el mundo ofrece una oportunidad inigualable para mejorar nuestro bienestar y disfrutar de nuevas experiencias.