Para Alejandro Morgan el mundo esotérico y paranormal no le es desconocido, tiene que ver con su origen y sí como lo es una infusión tradicional como es el mate. Sucedía que a la casa de Alejandro, cuando chico, solían llegarse personas que luego de tomarse el primero y por indicación de la abuela de Morgan ponían el recipiente en la palma de la mano y este comenzaba a girar, sin ninguna causa aparente.

A la experiencia se sumaban las barajas españolas, ya que por ese entonces aún no eran comunes las cartas egipcias ni marsellesas.

​“Mi abuela era italiana donde hacía limpiezas espirituales, hoy llamadas energéticas y ahí empezó el mundo mío. Estaba lejos de eso…yo era jugador de futbol, era arquero profesional, estaba en San Lorenzo de Almagro y ni idea tenía de lo que iba ser mi futuro. Sucedió que mi abuela cayó con una hemiplejia y yo me dediqué a su cuidado, le daba de comer, hasta que un día me dice que iba a ser parapsicólogo, el mejor ya que ella me iba a dejar todos sus conocimientos”, rememora.

Luego devinieron una serie de pérdidas que lo fueron marcando, hasta llegar a ser lo que hoy es: una persona profunda, con una energía positiva que le permite leer el espíritu del prójimo. Todos atributos que alguna vez le dieron el privilegio de ser requerido por Diego Maradona.