Se trata de un reloj calculadora marca Casio, modelo CA-90, lanzado al mercado entre 1981 y 1982, pero que no llegó a la Argentina hasta 10 años después. “Ese reloj fue vendido en el país en 1992. Por el número de serie tenemos cuándo se vendió y otros datos, con lo cual, ese reloj nunca pudo estar ahí antes de 1992. Suponiendo que el día que lo compró, lo enterraron, la fecha es del ‘92 para acá”, indicaron fuentes de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº61, a cargo de Martín López Perrando, quien encabeza la investigación.
El Equipo Argentino de Antropología Forense trabajando en el lugar
“Estamos tratando de investigar si el mecanismo que tiene ese reloj puede determinar cuándo se detuvo. No es lo mismo si se detuvo en el ‘96, en el ‘92, o en el año 2000. La pila tiene una duración que podría acotarnos un poco el plazo”, sumaron.
Por otro lado, las fuentes consultadas aclararon que aún no se está profundizando en contactar a los habitantes de la casa a lo largo de los años, ni de los del edificio de al lado: “Estamos buscando a través de servicios, del Registro Civil, agencias a ver quién puso domicilio allí. Estamos tratando de hacer el abanico lo más grande posible para después empezar a preguntar”.