La muerte de una joven de 34 años generó una escena dramática en un gimnasio de Mar del Plata este miércoles por la mañana. La mujer realizaba actividad física, se descompensó producto de un accidente cerebrovascular (ACV) y no pudieron salvarle la vida. El terrible hecho ocurrió poco después de las 8:00, en un gimnasio del barrio Coronel Dorrego, a metros de la avenida Colón.

La joven, identificada como Solange Abalos, era madre de 4 hijos y se encontraba iniciando una rutina de entrenamiento junto a una amiga, con quien había retomado la actividad física hacía pocos días. Ayer, la mujer realizaba ejercicios cuando las personas que estaban dentro del lugar advirtieron que manifestó sentirse mal y colapsó.

De inmediato, los responsables del establecimiento le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras aguardaban la llegada de una ambulancia. Sin embargo, pese a los esfuerzos del personal del gimnasio y del servicio de emergencias que acudió al lugar, los médicos constataron que la mujer ya no presentaba signos vitales al momento de su arribo.

El fallecimiento, que según determinó la posterior autopsia fue producto de un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico de carácter orgánico y de gran magnitud, generó gran conmoción entre sus allegados y en redes sociales, donde amigos, conocidos y compañeros de actividades expresaron su dolor por la sorpresiva pérdida.

El testimonio de la amiga que acompañaba a Solange

Marina, una amiga de Solange Abalos que estaba entrenando con ella en el momento de su muerte, contón en el portal 0223 que 'ella quería empezar el gimnasio porque decía que estaba gordita. Entonces me dijo que no quería ir sola. Empezamos hace unos 8 ó 9 días. Les dijimos a los profes que hacía muchos años que no hacíamos gimnasia porque las dos tenemos cuatro hijos. Entonces nos dieron ejercicios super suaves'.

Según su testimonio, ambas solían asistir al gimnasio por la mañana. 'Me pasó a buscar a las 8:57. Llegamos 9:15. Ella fue a la cinta, yo a la bici. Después hicimos otro ejercicio. Había que hacer tres series de 15. Cuando estábamos por la tercera, ella estaba sentada, me agarró del brazo y me dijo: ‘tengo un tirón en la cabeza’. Pensé que era una joda, pero cayó al piso”, contó.

Marina destacó que Solange era muy conocida y querida en su comunidad. Ellas se habían conocido en la escuela de cumbia rock hace tres años y solían organizar reuniones y peñas. 'Era una persona muy divertida, muy respetuosa, a ella le gustaba mucho cantar. No tomaba alcohol ni fumaba. La gente que la conoce la quiere mucho', dijo.