Adrián Delgado, un pescador habitual en la Ribera de Bernal, se sorprendió al capturar un esturión mientras esperaba pescar especies comunes como bagres, sábalos o bogas. Este hecho fue tan inesperado que compartió fotos con amigos y colegas pescadores.

Sin embargo, no es el primer avistamiento de esturiones en la zona. En agosto, otro pescador en Punta Lara capturó uno, lo que llamó la atención de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata.

Según consigna Perspectiva Sur, el esturión fue introducido en la región hace más de 20 años por acuicultores uruguayos interesados en su caviar. Originaria de Rusia, esta especie se cría en el Río Negro y tras una crecida, escapó de los estanques de reproducción, extendiéndose hasta el Río de la Plata, donde ahora representa una amenaza al ecosistema local.

Aunque se cree que el esturión está presente en la región desde 1998, hasta ahora no se había capturado un ejemplar en libertad. Biólogos del Instituto de Limnología Raúl Ringuelet, que investigan los peces en el Río de la Plata, ven en este hallazgo la oportunidad de estudiar su impacto en el ambiente.

Se teme que el esturión pueda convertirse en una plaga similar a la carpa, una especie introducida en Argentina hace casi 100 años que causó grandes daños ecológicos.