En 2013 Google adquirió DNNresearch, la empresa de Hinton. Con esa adquisición el científico pasó a formar parte de las filas de Google y comenzó a trabajar en proyectos vinculados a la IA. Duró una década, porque en 2023 dejó la empresa por los peligros que podría acarrear el desarrollo de este tipo de tecnologías. Incluso, se consuela “con la excusa normal: si no hubiese sido yo, otro lo habría hecho”.
En ese momento, Hinton aseguró que “es muy difícil ver cómo se puede evitar que los malos actores la usen para cosas malas”. No solo eso, la velocidad en la evolución de este tipo de sistemas lo mantiene en vilo: “Mirá cómo era hace cinco años y cómo es ahora. Tomá la diferencia y propagála hacia adelante. Eso asusta”.
La búsqueda de la inteligencia artificial general
Algo en lo que tanto Sam Altman como Mark Zuckerberg y otras empresas y emprendimientos están trabajando es en alcanzar la inteligencia artificial general, que se trata de una tecnología que tendría más capacidades que los seres humanos: “La mayoría de la gente pensaba que eso estaba muy lejos. Yo mismo pensaba que estaba muy lejos. Creía que faltaban entre 30 y 50 años o incluso más. Obviamente, ya no pienso eso”.
Esa inteligencia artificial es la que, según Hinton, podría controlar a la raza humana. “Serán capaces de manipular y de convencer a la gente, porque habrán aprendido de todas las novelas que se hayan escrito. Todos los libros de Maquiavelo, todas las confabulaciones políticas, sabrán todo eso. Sabrán cómo hacerlo”, dijo en una entrevista ante la CBS.
Y ahora que ganó el Nobel las cosas no cambiaron para Hinton, porque en sus primeras declaraciones tomó el guante y siguió con sus críticas: “Me preocupa que el resultado general de esto pueda ser que sistemas más inteligentes que nosotros acaben tomando el control”.