Dentro de una producción discontinua, el Atlético recibió otro llamado de atención con el 2-2, en un tiro libre de Javi Sánchez que se desvió en Conor Gallagher. Volvió a la carga el Colchonero para establecer diferencias con un rival inferior e ingenuo, con otro penal por pisotón, esta vez de Ferreira a Llorente.
La ejecución cruzada de Julián puso el 3-2 y actualizó los buenos registros de la Araña en su primera temporada en España, con 26 goles -14 en la Liga- por todas las competencias en 48 partidos. Ya hizo tantos goles como en su mejor año en River, los 26 en 2021.
La Araña también estuvo en la jugada del cuarto gol, al anticiparse a un defensor para conectar un centro que despejó el arquero y aprovechó el ingresado Alexander Sørloth.
Atlético de Madrid atravesó por su mes aciago, de verse protagonista en tres competencias a sentir que la temporada se le iba de las manos y le dejaba un sedimento de bronca y decepción. “No queda otra que seguir adelante”, dijo tras la victoria Julián, optimista por naturaleza.
El derrape empezó en la Liga, con un tramo de tres partidos en los que apenas cosechó un punto y el daño que le causó la derrota ante Getafe, al recibir dos goles en los últimos tres minutos. En la Champions League se sintió víctima de un despojo cuando el VAR dictaminó que hubo doble toque de Julián Álvarez en el penal que ejecutó en la serie definitoria contra Real Madrid. Y en la Copa del Rey no le alcanzó la reacción en el segundo tiempo ante un Barcelona que había sido superior en el primero.
Reducido a remar en la Liga, a la espera de un Mundial de Clubes en el que debutará frente a Paris Saint Germain, Atlético de Madrid se puso a hacer cálculos y a comparar su fixture con el del puntero Barcelona y del escolta Real Madrid, los dos rivales contra los que año a año trata de acortar las distancias históricas que los separan. Ser algo más que el tercero en discordia. Con ese objetivo hizo una de las principales operaciones del mercado de pases con la contratación de Julián por 75 millones de euros.
Necesitado de barajar y dar de nuevo, Atlético de Madrid hace una lectura que deja una hendija hacia el milagro. Las duras eliminaciones le alivianaron el calendario, puede concentrar todas sus energías en la Liga, a diferencia de Barcelona y Real Madrid.
Valladolid, que descenderá con varias fechas de anticipación, fue el primero de ocho rivales ante los que el Atlético debería imponer su mayor potencial futbolístico. En el fútbol no se puede dar ningún triunfo por descontado, pero el programa de partidos que le resta tiene al equipo de Simeone como favorito.