Según un estudio de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en septiembre los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,4 veces desde su origen en el campo hasta su destino final en la góndola. Es decir, el consumidor pagó 3,4 pesos por cada peso que recibió el productor.

En promedio, la participación del productor fue del 24,7% en los precios finales. Esta cifra significa un 20,1% menos respecto a agosto. En este camino, se acentúa el retroceso de la participación del productor que se viene registrando en los últimos meses.

Al respecto, desde CAME explicaron que “tras las fuertes heladas que habían mermado la oferta, este mes se incrementaron los niveles de producción y, como consecuencia, se observó una disminución significativa en los precios de varios productos de la canasta IPOD, lo que explicó el descenso en la participación del productor”.

Bajo este contexto, el trabajo detectó que durante el noveno mes del año la demanda de los agroalimentos cayó alrededor del 35% respecto a septiembre de 2023. Según precisó el documento, esta merma es “fruto de la falta de convalidación de precios por parte del consumidor”. “Al ser, por lo general, productos perecederos, la situación forzó a distintos eslabones de la cadena de valor (mayoristas y minoristas) a resignar parte de la renta”, se detalló.

Asimismo, al igual que el mes anterior, la mayor participación la tuvieron los productores de pollo (49%), mientras que la menor fue para los de limón (6,9%).