Por otro lado, un tema que no pasó desapercibido tras el GP de Italia fue el estado físico de Franco, quien tras la carrera dijo que le dolía todo el cuerpo tras las 53 vueltas a un promedio de 300 km/h. Al ser consultado al respecto, reveló que hicieron algunas adaptaciones en su monoplaza de cara a Bakú: "¡Necesito hacer cambios en mi cuerpo! El coche es muy rígido, al igual que el asiento. No creo que estuviera totalmente adaptado a mi cuerpo, pero hemos hecho algunos cambios. Mi cuello ha reaccionado muy bien, así que eso significa que hemos hecho un buen trabajo en la parte de entrenamiento y que el asiento tiene muy buena pinta, así que son muy buenas noticias". 

Por último, Colapinto se mostró muy optimista de cara a un nuevo fin de semana histórico para el automovilismo argentino: "Creo que tenemos un coche muy bueno para poder sumar puntos, y voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda. Creo que hay que ir paso a paso, sesión a sesión, y ver dónde acabamos".

Franco Colapinto, a puro mate en medio del equipo de Williams