Aromático, silvestre y con múltiples propiedades naturales, el romero se ha puesto de moda no solamente para sazonar un plato artesanal que preparemos, sino también para tomarlo en un té o hallaron en distintos productos medicinales que nos aplicamos en el cuerpo.

El romero es una planta, cuyo nombre científico es Rosmarinus officinalis L, es originaria de la Europa Mediterránea. Es un pequeño o arbusto de hasta un metro y medio, con buen y abundante aroma. Siempre está verde y cuenta con ramificaciones. Tiene hojas angostas como agujas, blanquecinas al reverso. Tiene pocas flores, blancas, rosas o azules. Los frutos tienen cuatro pequeñas semillas. El romero es una fuente rica en ácido pantoténico, niacina, tiamina, folato y riboflavina, así como en fitoquímicos que son esenciales para mantener un organismo sano.

“Desde épocas muy antiguas es utilizado como diurético, antiinflamatorio, antiulceroso y antioxidante así como de efecto anti bactericida, antiséptico, fungicida y balsámico, incrementa el flujo de sangre en la zona afectada aliviando los dolores de afectaciones osteomusculares, la infusión de romero es bueno tomarlas pues tiene buenas propiedades tónicas y estimulante, soluciona los problemas de las malas digestiones, las flatulencias, la acidez estomacal, la hinchazón y el reflujo”, explicó el doctor Juan Quispe Rodríguez, médico y profesor de la Universidad Nacional de Huanta, en Perú.

Y agregó: “En la medicina tradicional y moderna, las aplicaciones de las plantas de la familia Lamiaceae son muy variadas, debido a la presencia de diversos metabolitos, componentes principales de los aceites esenciales como los ácidos orgánicos, saponinas y taninos, entre otros, que poseen propiedades antifúngicas, antiinflamatorias, antimicrobianas, antioxidantes, antibacterianas”.

El romero se caracteriza por ser un estimulante circulatorio, ya que su consumo facilita la circulación sanguínea en el cerebro. Esto desencadena en otra serie de beneficios para el cuerpo en procesos vitales como la concentración, el aprendizaje y la memoria. La planta posee múltiples propiedades que proveen factores positivos para el organismo, dado que las hojas contienen taninos (moléculas útiles para la salud humana) y vitamina C, entre otros beneficios.

También es bien conocido que el romero se caracteriza por ser rico en compuestos flavonoides, terpenos y ácidos fenólicos que le proporcionan sus propiedades antioxidantes; además es de fácil manipulación, por lo cual se puede emplear tanto en comidas como bebidas que ayudan a mejorar el sistema circulatorio.

La planta también ayuda a la reducción del dolor e inflamación: para aquellos que padecen enfermedades como artritis o reumatismo, el romero es una excelente opción. Se puede utilizar en ungüentos o infusiones para aliviar el dolor y la inflamación. También se ha demostrado efectivo en el tratamiento de dolores musculares causados por lesiones.

Asimismo, la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana respaldada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mencionó que se emplea en problemas de la piel, para cicatrizar heridas, aftas, sarampión y también evita la caída de pelo, sirve para lavarlo y quitar la caspa. Gracias a las propiedades de esta planta es posible conseguir un cabello más fuerte y con acelerado crecimiento, pues con la propiedad de dilatar los vasos sanguíneos, el romero estimula el flujo de sangre en los folículos pilosos.

Esto quiere decir que al utilizarlo en el cuero cabelludo, este lo nutrirá correctamente al activar la circulación y con ello mejorar su estructura y crecimiento. De igual forma, ayudará a controlar la grasa de la cabeza, pues es astringente. Al contribuir a equilibrar la producción de grasa para que el cuero cabelludo produzca solo lo que necesita, este se mantendrá sano y nutrido, sin excesos que provoquen que los folículos se obstruyan, lo que va debilitando el cabello que nace.

Si hay falta de grasa, la piel se reseca y se irrita. Por lo que es importante regular la secreción sebácea y limpiar a profundidad el cabello sin agredir la piel, con el fin de mantener las raíces frescas e hidratadas. El romero consigue hidratar la piel y adicional a ello, su propiedad antifúngica evita infecciones así como su función antiinflamatoria que calma la irritación y el picor, por lo que puede ser un excelente remedio para la caspa.