Viernes 24 de Enero de 2025 |
06/01/2025 - POLICIALES
Juicio por la muerte de bebés en Córdoba: creen que la enfermera los inyectó adrede y que tuvo una motivación macabra Es la teoría fiscal con la que Brenda Agüero llega acusada de haber matado a cinco recién nacidos, y del intento de homicidio de otros ocho. Hay otros 10 imputados, entre autoridades del hospital Materno Neonatal y un ex ministro de Salud provincial La Cámara en lo Criminal y Correccional de 7ª Nominación de Córdoba y un jurado popular decidirán a partir del lunes si la enfermera Brenda Agüero es responsable de la muerte de cinco bebés en el Hospital Materno Neonatal, donde además otros ocho recién nacidos enfermaron y sobrevivieron. La base de la acusación se sostiene sobre la hipótesis de qué la habría motivado a tan macabro ataque, algo que desde 2022 no deja dormir a las familias de las víctimas. El caso, que llega a debate oral después de más de dos años de investigación, es amplio y complejo. Empezó con la presunta autora material de los homicidios y sus tentativas, pero las acusaciones se extendieron hacia otros médicos, autoridades del hospital y ex funcionarios del Ministerio de Salud cordobés. En el banquillo habrá 11 acusados, entre ellos el ex ministro Diego Hernán Cardozo. Es un juicio sin precedentes: no hay registros de un ataque similar a recién nacidos que haya escalado hasta las máximas autoridades del Estado. La investigación fue del fiscal Raúl Garzón, pero, desde el lunes, defenderán la acusación los fiscales de Cámara Sergio Ruiz Moreno y Mercedes Ballestrini. Tuvieron poco más de dos meses para estudiar en detalle el caso. El punto de partida que estableció el Ministerio Público Fiscal es el 18 de marzo de 2022. Ese día falleció Francisco Calderón Cáceres, a horas de nacer por cesárea. Su madre y él estaban sanos tras el parto. El mismo día otro niño se descompensó y logró salvarse. A la familia de Francisco Calderón Cáceres se le entregó el certificado de defunción. La única sospecha sobre la causa de muerte era que algo había pasado con la vitamina K, un complemento que se le aplica a todos los recién nacidos para que la sangre coagule normalmente y ayude a activar sus órganos. Ante esta situación, el hospital cambió los lotes de esa sustancia. Pero los casos siguieron ocurriendo. A fines de abril sucedió otra muerte dudosa, en un contexto similar al de Francisco Calderón Cáceres. Una vez más, madre e hijos sanos. Durante esos días también apareció otro indicio que sería determinante en la causa: madres, médicos y enfermeros detectaron pinchazos inexplicables en varios recién nacidos. “Ninguna inyección se le coloca a un bebé en un lugar antojadizo, y acá vimos marcas en la espalda, en lugares muy aleatorios”, relató una fuente del caso. No era la vitamina KLa explicación de la vitamina K ya no cerraba. La jefa del servicio de Neonatología elevó el 6 de mayo una nota a la dirección del hospital. En el documento, que consta en la investigación, advirtió que para esta fecha había dos bebés muertos y otros cinco que se habían descompensado. También señaló los pinchazos y pidió que se averiguara qué estaba pasando. El subdirector de Gestión Administrativa del Neonatal, Julio Escudero Salama, solicitó una ampliación detallada de ese informe. La recibió el 10 de mayo. Seis días más tarde se reunió con el fiscal Guillermo González y el jefe de los médicos forenses, David Dib, en el edificio de Tribunales II. ¿No se habló en ese encuentro de lo que estaba pasando en el hospital y del reciente informe que había elevado Neonatología? Y si el tema se tocó, ¿por qué el fiscal González no tomó cartas en el asunto? El fiscal Raúl Garzón denunció el hecho para que se investigue y se abrió una investigación paralela. Finalmente, el tema quedó en la nada: en junio de 2024 el fiscal de la Cámara de Acusación, Jorge Leiva, archivó la causa. Concluyó que en la reunión se habló “de la situación general” del hospital. Más muertesAsí las cosas, la tragedia se agrandó. El 24 de mayo de 2022 se registró la tercera muerte de un bebé: Ibrahim Guardia. Aunque puertas adentro del hospital las sospechas de que algo estaba pasando ya eran evidentes, a este niño tampoco se le practicó una autopsia. Pocos días antes, incluso, había aparecido el sexto recién nacido con pinchazos. Entre el 6 y el 7 de junio la situación explotó. En esas horas dos bebés murieron y otros dos se descompensaron: así se completaron los 13 ataques que se analizarán en el juicio. Estas dos muertes sí fueron denunciadas como dudosas: una la reportó una enfermera, y la otra un policía que estaba a cargo de la custodia del hospital. Sin embargo, ambas fueron advertidas aisladamente, sin una correlación directa entre ellas o con todos los casos anteriores. Cinco niños habían muerto y otros ocho se habían descompensado, y aun así nadie llevó el tema ante la Justicia de forma unificada.
Luego de estas dos denuncias se abrió un sumario administrativo en el Ministerio de Salud, y se apartó del hospital a 15 profesionales de la salud, entre ellos la enfermera Brenda Agüero. Desde ese día desaparecieron los pinchazos, las descompensaciones y las muertes de bebés sanos. El caso llegó a la Justicia recién un mes más tarde. Y la forma en la que ocurrió es, tal vez, tan inaudita como la explicación que le encontró la investigación del fiscal Garzón a la pregunta detrás de los cinco fallecimientos: ¿Por qué? ¿Todo estaba conectado?La instrucción del MPF comenzó a partir de que el marido de una médica del hospital, un ingeniero cordobés, escuchó el relato de su esposa sobre toda la secuencia de tragedias que se habían sucedido. Inmediatamente, se presentó en sede judicial y, por primera vez, alguien denunció que todo estaba conectado. No se equivocaba. Las sospechas fueron respaldadas por las autopsias que le practicaron a las últimas dos víctimas fatales. Estos bebés tenían cuadros de hiperpotasemia, “niveles de potasio extraordinariamente altos”, según consta en el expediente: “Los valores normales son entre 3 mEq/L y 3.5 mEq/L, cuando se produce la muerte las células liberan un poco más y se puede encontrar hasta 4.5 mEq/L″, detallaron las fuentes consultadas. En los dos cuerpos analizados, los forenses detectaron niveles de 18 mEq/L y 22 mEq/L, respectivamente. Otros factores clave que reveló el examen: la aplicación del potasio fue exógena -es decir, alguien se los inyectó-, también tenían niveles altos de insulina -cuando ninguno tenía indicado recibir esta hormona-, y todo esto ocurrió con “inoculaciones erráticas”. La fiscalía argumentará ante los jurados que si bien la enfermera tenía conocimientos técnicos para vacunar correctamente a una persona, esas inoculaciones erráticas “son compatibles con quien lo hace a escondidas, cuando hay un segundo de descuido”. La investigación, además, descartó que todo haya ocurrido de forma accidental. Es una hipótesis a considerar si se tiene en cuenta que el potasio tiene el símbolo K en la tabla periódica y suele traer confusión entre los pacientes. “En ningún lugar del mundo se pone la letra K en las ampollas de potasio, sino que lleva su nombre completo, y las ampollas de vitamina K tienen otro tamaño”, le explicó a este medio una fuente inobjetable del caso. En contrapartida, se espera que la defensa de la enfermera apele a que el hospital tenía vitamina K vencida -al igual que otros medicamentos de la farmacia-, y que por eso ocurrieron los casos. Las fuentes consultadas coinciden en que existieron lotes pasados de fecha, pero al menos en la investigación no hay pruebas certeras que los conecten con los bebés fallecidos. Otro punto sobre el que harán hincapié los abogados de la acusada son los horarios de las muertes y descompensaciones. Se contrastarán con sus ingresos y egresos al Neonatal para determinar si Brenda Agüero estuvo presente o no en cada hecho. La hipótesis de la acusaciónCuando en el juicio llegue el momento de exponer los resultados la pericia psiquiátrica que se le practicó a la enfermera, los jueces y el jurado popular escucharán las razones que tiene el Ministerio Público Fiscal, a partir de su investigación, para sospechar por qué les habría inyectado potasio e insulina. Los fiscales Sergio Ruiz Moreno y Mercedes Ballestrini defenderán la hipótesis que sostiene que lo hizo para enfermar a los bebés adrede y ser la primera enfermera en dar aviso a sus superiores. Para sobresalir y destacarse en su trabajo por encima de sus compañeros. La imputación formal contra la enfermera es por cinco casos de “homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado”, y otros ocho por el mismo delito, en grado de tentativa. Está detenida en la cárcel de Bouwer desde el 19 de agosto de 2022. Los otros diez imputados
En tanto, los jueces camaristas que integrarán el tribunal son Patricia Soria, José Daniel Cesano y Laura Huberman. También habrá un jurado popular compuesto por 20 ciudadanos -entre titulares y suplentes-, y 14 querellantes particulares.
FUENTE: INFOBAE. |
PINAMAR24 EN FACEBOOK
|