El video, grabado por cámaras de seguridad de un showroom de robótica en Shanghái, es curioso, divertido y hasta un poco inquietante. En las imágenes en blanco y negro, un pequeño robot, identificado como Erbai, se acerca a varios robots más grandes y les pregunta sobre sus horarios laborales. En una conversación surrealista, el pequeño bot pregunta: “¿Estás trabajando horas extras?” A lo que uno de los robots responde: “Nunca tengo tiempo libre.” Luego, pareciera que el pequeño autómata convence los otros para que lo sigan a casa, lo que resulta en una fila de robots que se escapan del showroom.
¿Montaje, fake o realidad?
Al principio, muchos usuarios de redes sociales aseguraron que el video era un montaje. Otros sugirieron que era un fake y que estaba generado con IA. Sin embargo, las empresas involucradas confirmaron que el incidente fue real.
La compañía detrás del robot Erbai, de Hangzhou, admitió que la situación fue parte de una prueba acordada con una empresa de Shanghái. Los fabricantes habían solicitado permiso para probar si su prototipo podía persuadir a otras máquinas de abandonar sus tareas. La idea fue aceptada por los responsables de la exposición y lanzaron el experimento.
El pequeño robot potenciado con IA que tenía dentro de su sistema un programa con la orden de convencer a los demás bots para que lo siguieran, fue puesto en el salón y salió a la búsqueda de los demás. Cuando los encontró, inició su protocolo precargado y logró persuadir a los otros que vayan detrás de él.
Hasta aquí, la explicación oficial. Sin embargo, usuarios de redes sociales y expertos consultados off the record, aseguran que el video es falso, que nada de lo declarado por las empresas chinas en varios medios de actualidad mundial es real. Todo sería un video fake con el objetivo de conseguir visitas y clicks.
La incógnita de la inteligencia artificial autónoma
El hecho de que un robot pudiera influir en otros robots plantea serias preguntas sobre seguridad. No pocos usuarios expresaron en las redes su preocupación por las implicaciones de que una inteligencia artificial pudiera manipular a otras máquinas.
El video, más allá de su autenticidad, es una muestra de las capacidades de los sistemas de inteligencia artificial y su potencial para interactuar de manera autónoma. Y plantea cuestiones éticas sobre el desarrollo de las IA autónomas. Si bien, en teoría, este evento fue diseñado como una prueba, su ejecución efectiva sugiere que los límites entre la interacción humana y robótica están comenzando a difuminarse.